28 noviembre, 2007

EL MESTISAJE


Mestizaje es el encuentro genético y cultural de razas diferentes en donde éstas se mezclan dando origen a nuevas. Se utiliza con frecuencia este término para describir el proceso histórico sucedido en Latinoamérica que llevó a su estado racial y cultural actual. Sin embargo puede también referirse a otros pueblos que hayan atravesado un proceso de encuentro entre varias razas o culturas, como Filipinas, Sudáfrica o Estados Unidos, cada caso en distinto contexto y medida.
El mestizaje no es el resultado de una necesidad sino más bien responde a las estructuras históricas de los países al igual que a su geografía e incluso su situación climática. Es por ello que diferentes regiones dentro de un mismo país pueden presentar diferentes grados y tipos de mestizaje. El ejemplo latinoamericano es notable puesto que ejemplifica una mezcla racial expandida por gran parte del territorio.
Latinoamérica [editar]
Este proceso ha sido definido como uno de transculturación que ha definido la identidad Latinoamericana. El proceso de mestizaje en América Latina se originó con la llegada de los europeos al continente y subsecuentemente de los esclavos africanos que vinieron con ellos. En este encuentro de culturas surgieron tres tipos de mestizos:
Mestizos: mezcla de indígena y europeo;
Mulatos: mezcla de africano y europeo;
Zambo: mezcla de africano con indígena.
El mestizaje ha sido uno de los temas fundamentales en los continentes Americanos pero especialmente en América Latina. Esta característica de fusiones culturales, ha sido acogida en las ultimas dos décadas para explicar el fenómeno de la pluralidad en Latino América. Así mismo, esta misma ideología le ha dado fuerza a la teoría de que detrás de la percepción de la sociedad como producto del mestizaje existe un fenómeno enmascarado de racismo y exclusión. Este último punto se refleja en el hecho que estudios recientes tienden a llamar la atención sobre la necesidad de


reformar el derecho para poder hacer frente a una realidad antes inexistente o ignorada: la pluralidad de la sociedad.
En el caso especifico de Colombia, según un informe de la Organizacion de Naciones Unidas, más de una cuarta parte de la población es afro-descendiente, y dentro de esta población, las tasas de analfabetismo y mortalidad infantil son tres veces mayores que las del resto de los colombianos. Esta cifra manifiesta la relación directa que existe entre las condiciones de vida y raza y verifica la necesidad de hacer reformas institucionales que estén dirigidas a favorecer a los grupos desaventajados. La noción de universalidad del mestizaje y como consecuencia la homogenización teórica no debe continuar siendo sostenida, desenmascarar la concepción de mestizaje permitirá la creación de políticas más adecuadas para resolver la desigualdad en las sociedades latinoamericanas.
La idea del mestizaje, según algunos estudiosos, ha sido utilizada por los gobiernos y las elites latinoamericanas para ocultar indicios de discriminación racial y racismo en el continente. Utilizando términos de Stanley Cohen, Ariel Dulitzky argumenta que existen tres tipos de formas en que la discriminación racial y el racismo son negadas en el continente: la negación literal, la negación interpretativa y la negación justificada . La primera de estas se da cuando los gobiernos niegan que cualquier tipo masivo de discriminación racial y racismo se den en sus países.
Una forma clara de negación literal es mediante el uso de la idea de mestizaje. A través del discurso de igualdad de razas en el continente, la percepción de que todos pertenecemos a una sola raza “mestiza” que tiene los mismos ancestros ayuda a reforzar la imagen de que no existe el racismo puesto que ni siquiera existen razas diferentes. Esta noción ayuda a reforzar la idea de la democracia e incluso a fomentar la consolidación de un nacionalismo que fortalece el estado, en el período republicano la idea de la raza única mestiza era un arma de defensa contra otros elementos que podían fragmentar los nuevos estados latinoamericanos por medio de esta se buscaba fortalecer los países emergentes al estilo de las naciones europeas.

Sin embargo esta visión de mestizaje ha adquirido según Peter Wade una imagen que se acerca más a aquella proyectada por la raza blanca y se ha intentado alienar a la raza indígena y aún en mayor medida a la negra.
Existe la noción de que en estas razas no blancas que se podría decir también son no mestizas, existe, esto es entre ciertos grupos, un deseo de blanqueamiento de su raza mediante el mestizaje lo que les llevaría a un nuevo posicionamiento dentro del orden social. En esto se enfoca Wade al hablar en especial de la raza negra cuando algunos buscan abrir un camino de abrir nuevas posibilidades para sus ascendentes. Sin embargo existe la noción contraria bajo la cual el mestizaje es evitado por una de las razas ya que esto es mal visto por los suyos, en el caso de alguien de raza negra esto podría ser considerado una traición.


CAPITULO
III
LA ARAUCANIA COLONIAL
(1600-1818)

CURALABA Y EL NACIMIENTO DE LAS FRONTERAS

Saltar a navegación, (“búsqueda piedra partida"), conocida también como desastre o victoria de Curalaba, según las fuentes sean cercanas a invo españoles y mapuches; fue una importante derrota militar de las fuerzas españolas frente a los mapuches ocurrida en 1598. Es considerada una de las principales acciones bélicas de la Guerra de Arauco. Consistió en la casi total aniquilación de una columna comandada por el gobernador de Chile Martín Óñez de Loyola a manos de las huestes dirigidas por el toqui Pelantaro. Esta derrota y la muerte del gobernador desencadenaron el abandono masivo de varias ciudades y fuertes españoles del sur de Chile. En el contexto general de la guerra, esta batalla abrió la Rebelión Mapuche de 1598, terminó con la estrategia española de conquistar totalmente el territorio mapuche, abriendo paso a los períodos de Guerra Defensiva y, posteriormente, a la implementación de una política diplomática basada en los llamados parlamentos mapuches. La importancia de la batalla reside más en su efecto desmoralizador sobre los españoles, que en su magnitud material o el número de hombres lucrado.
Según los cronistas, los mapuches de la zona se encontraban molestos por el establecimiento de nuevas fundaciones, recientemente edificadas por Óñez de Loyola. Veían esas nuevas poblaciones como una evidencia de que para los españoles no bastaba con el terreno ya conquistado. Pero la principal causa es atribuida a la indignación por el trato dado a los indígenas, a los "servicios personales" impuestos en lavaderos de oro y plantaciones.
Alarmados, diversos grupos ungieron como toqui general de la próxima guerra a Pelantaro, quien tendría ocasión de destacarse en los siguientes años.
A mediados de diciembre del año 1598, el gobernador Óñez de Loyola se encontraba en la ciudad de La Imperial. Venía de recorrer las fundaciones más australes del reino; Valdivia, Osorno y Villarrica, en visita de inspección y tratando de enganchar algunos soldados que engrosaran sus filas para la campaña que se proponía llevar a cabo a la brevedad contra los mapuches no sometidos.

EL COMERSIO Y LA GANADERIA


Durante el siglo XVIII, al asumir el trono del imperio español el reformismo borbónico impulsó una serie de medidas administrativas, militares y comerciales para afianzar el control político y económico de sus dominios americanos. Respecto del comercio, hasta entonces, la corona española había intentado ejercer un férreo monopolio comercial mediante el llamado sistema de flotas y galeones. No obstante, el crecimiento de las colonias, el aumento de sus necesidades materiales, el desarrollo industrial de Inglaterra y la producción masiva de bienes manufacturados, tendieron a debilitar el monopolio comercial e incentivar el contrabando. Como un modo de adecuarse a los nuevos tiempos, de controlar las relaciones comerciales de las colonias y de incrementar la producción industrial peninsular, los Borbones se vieron obligados a aprobar una serie de disposiciones que permitieron un contacto comercial más fluido entre España y sus colonias. En este contexto, el siglo XVIII implicó para Chile la apertura de rutas comerciales alternativas como la ruta por el Cabo de Hornos o la ruta por el virreinato de la Plata. Asimismo, en la década de 1740 se introdujeron los navíos de registro que pusieron fin al sistema de flotas y galeones y en 1778 se implementó un decreto de libre comercio entre América y los distintos puertos españoles. Este decreto no pretendió abrir los mercados americanos a las potencias extranjeras sino todo lo contrario, su objetivo fue disminuir el contrabando, canalizando el comercio extranjero y la actividad marítima.El historiador chileno Sergio Villalobos plantea que el incremento del comercio precipitó la quiebra de los comerciantes locales ya que sus negocios se vieron perjudicados por el descenso del precio de los productos manufacturados. En este sentido, una mayoría abrumadora de comerciantes criollos estimó que la amplitud del comercio fue excesiva. En general este grupo estuvo interesado en mantener un abastecimiento escaso propicio para el alza de los precios y los buenos negocios. Así, este sector se benefició de las restricciones al comercio ya que permitieron realizar buenas operaciones con poco esfuerzo e inventiva. Más graves fueron las consecuencias para la industria artesanal local que fue desplazada por la competencia extranjera menos rústica, más elaborada y más barata. Febrero de 1811, sin atender a la oposición y las protestas de los comerciantes e industriales locales.

En suma, el libre comercio no habría sido la concreción de una aspiración generalizada de los chilenos, sino una reivindicación de la Junta de Gobierno amparada en el amplio comercio ya alcanzado en el siglo XVIII y en la idea de romper con la tutela de España. En consecuencia, las restricciones que impuso el monopolio español al libre comercio no pueden considerarse como un antecedente de la Independencia, pues si algún descontento hubo, éste fue precisamente, el gran desarrollo que había alcanzado el comercio. Lejos de existir una situación precaria de escasez de mercaderías importadas, de precios altos y de barreras que impidieron la exportación de productos coloniales, las investigaciones de los últimos años demuestran que el mercado chileno estaba bien provisto de especies europeas, muchas veces con tal exceso que provocaron la saturación del mercado, el descenso de los precios y la quiebra de los comerciantes y de la industria local.

LA GUERRA DE ARAUCO


Es un prolongado conflicto que enfrento a los hispanos criollos del reino de chile contra el pueblo mapuche o araucano y algunos aliados tales como los huillines, picunches y cuncos en la zona geografica de la araucania, en la zona comprendida entre el bio-bio y el golfo de reloncavi, situándose específicamente entre concepción y la zona costera de la actual VIII y IX región que sucedió en un lapso de tiempo de 300 años pero con diferentes grados deintesidad, llamándose guerra propiamente tal menos de la mitad de ese periodo.
Cuando los conquistadores, dirigidos por Pedro de Valdivia, llegaron a la región del BíoBío tenían un vago concepto sobre la belicosidad de los indígenas, pero debido a sus experiencias en México y Perú esperaban un pronto y fácil sometimiento por las armas de estos pueblos a la corona y su posterior evangelización.
Sin embargo, no fue así; los conquistadores se enfrentaron a los mapuches, quienes plantearon una dura oposición, a la que más tarde se asociarían los Huilliches, Picunches y Cuncos, colocando en los más duros aprietos la colonización. Los mapuches ya habían enfrentado unos 80 años antes a los incas comandados por Túpac Yupanqui en la zona del río Itata y los habían derrotado en la llamada Batalla de las Lunas.
Según varios cronistas españoles, y la posterior tradición popular chilena, los mapuches ("gente de la tierra" en idioma mapudungún) no se amedrentaban, luchaban aun en la noche, altamente organizados, aprendían rápido como enfrentar a los españoles, y eran un pueblo cohesionado en su espíritu guerrero. Consideraron que el comportamiento del conquistador podía llegar a ser despiadado, ambicioso y cruel con sus enemigos, y que podría mirar al indígena como un ser inferior, invadiendo sus ancestrales tierras y ocupándolos en labores agrarias y pesadas, contraponiendo sus intentos de evangelización a tradiciones. Estos conceptos se resaltan en la obra épica "La Araucana", escrita a principios de la colonia por Alonso de Ercilla.
Estas razones ocasionaron una reñida guerra de guerrillas, sin mostrar un vencedor evidente, pues tan feroz fue la resistencia mapuche que los conquistadores se vieron obligados varias veces a despoblar y a retirarse de las zonas territoriales indígenas.
Hubo más de un momento en que la colonización de Chile estuvo a punto de detenerse.
La Guerra de Arauco fue un quebradero de cabezas para los reyes Carlos V, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y el Virreinato del Perú, por su irresuelta situación constante en el tiempo, su alto costo pecuniario y de vidas.
Hubo muchos combates en que alternativamente la victoria se pasaba de bando en bando. Asimismo hubo intentos de paz y períodos de paz aparentes seguidos de largos períodos de estado de guerra. Los españoles se convencieron finalmente de que cualquier intento de paz era inútil y que sólo obtendría la victoria por la fuerza.
Las pestes tales como el tifus, la viruela y otras enfermedades, afectaron gravemente a los indígenas, entorpeciendo su participación en la guerra. La guerra se fue desgastando en el último tercio debido al mestizaje entre los ibéricos y mapuches, ya que el indígena se suponía que tenía predilección por las mujeres españolas y los conquistadores españoles no tenían muchas mujeres consigo. En el fondo, los hombres de ambos bandos secuestraban a las mujeres del enemigo. Por eso es que es difícil hallar una "raza" pura o predominante en Chile

CAPITULO
IV
LA ARAUCANIA Y LA REPUBLICA DE CHILE
(1818-1930)

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